Corea del Norte condenó este lunes unas declaraciones del secretario de Estado de EE.UU, Marco Rubio, por calificar en una entrevista al país asiático de Estado canalla, en lo que supone la primera crítica directa de Pionyang contra el nuevo Gobierno de Donald Trump. La agencia estatal KCNA publicó un comunicado firmado por un funcionario de la Cancillería norcoreana que afirma que Pionyang considera que las declaraciones hostiles del Secretario de Estado de los EE.UU., que manchan irreflexivamente la imagen de un Estado soberano, constituyen una grave provocación política. Las groseras y absurdas declaraciones de Rubio tan sólo muestran claramente la visión incorrecta de la nueva administración estadounidense sobre la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) y nunca ayudarán a promover los intereses de EE.UU. tal y como él desea, añade el texto. Nunca toleraremos ninguna provocación de EE.UU., que siempre ha sido hostil a la RPDC y lo seguirá siendo en el futuro, pero tomaremos las medidas correspondientes con firmeza, como es costumbre, prosigue. El comunicado, titulado El país más depravado del mundo no tiene derecho a encararse con otros países considera absurdo e ilógico que EE.UU. califique a Corea del Norte como Estado canalla. Fuente: BioBioChile
Desde 1990, Estados Unidos cuenta con una política migratoria llamada Estatuto de Protección Temporal (TPS). Se trata de un alivio migratorio que otorga un refugio seguro, y temporal, a personas que huyen de sus países de origen por razones de seguridad. Para residir a EE. UU. bajo esta causal, la persona debe provenir de una nación designada para TPS. Hasta hace poco, Venezuela era uno de ellos, bajo el pretexto de la severa crisis migratoria que ha experimentado en los últimos años. Al respecto, el pasado 10 de enero, el gobierno saliente del país norteamericano incluso había anunciado la extensión del Estatus de Protección Temporal de Venezuela por 18 meses a partir del 3 de abril de 2025 hasta el 2 de octubre de 2026. No obstante, este miércoles se dio a conocer que la administración de Donald Trump decidió revocar dicha orden. ¿Cómo funciona el TPS y qué otros países gozan de este alivio migratorio actualmente? El Estatus de Protección Temporal es un permiso especial que el gobierno de Estados Unidos puede otorgar a personas de ciertos países cuando en su lugar de origen ocurren situaciones que hacen peligroso su regreso. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), aplica para personas nacionalidades elegibles y que cumplen con los requisitos. Tampoco se otorga si no eres admisible como inmigrante por razones criminales o seguridad o si estás impedido para solicitar asilo,por ejemplo participar persecuciones o terrorismo. Así mismo se debe cumplir con los requisitos residencia presencia continua Estados Unidos. Fuente: BioBioChile
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro que uno de sus objetivos principales en un segundo mandato será implementar un programa masivo de deportación de inmigrantes indocumentados, algo que calificó como un pilar fundamental de su campaña. Según declaraciones recientes de fuentes cercanas a su equipo de transición, el enfoque inicial estaría dirigido a los inmigrantes con antecedentes criminales, una medida que ha generado preocupación entre las comunidades afectadas. Ante esto, el número de inmigrantes indocumentados en EE. UU. es significativo, con unos 11 millones estimados, muchos de los cuales provienen de países como México, El Salvador, India y Guatemala. Aunque la mayoría de los indocumentados no tiene antecedentes criminales, un informe reciente indicó que la tasa de detención por delitos violentos o de drogas es mucho más baja entre los inmigrantes indocumentados que entre los ciudadanos estadounidenses. Durante su primer mandato, Trump deportó a más de 1,5 millones de personas, y su equipo asegura que el ritmo será aún más rápido en el segundo mandato. Tom Homan, exdirector interino del ICE, ha señalado que las deportaciones serán más selectivas, pero las familias de estatus mixto, es decir, aquellas con miembros ciudadanos y no ciudadanos, también podrían verse afectadas. Además, el futuro de los llamados “soñadores”, inmigrantes que llegaron a EE. UU. siendo niños y están protegidos por el programa DACA, sigue siendo incierto. Aunque algunos de estos jóvenes gozan de protección temporal, Trump podría decidir tomar medidas más drásticas contra ellos, algo que podría desencadenar controversias a nivel político. En cuanto a los recursos, Trump está considerando declarar una emergencia nacional para facilitar la expansión de espacios de detención y la implementación de medidas más estrictas en la frontera. A pesar de las promesas de acción rápida, defensores de los derechos de los inmigrantes alertan sobre los devastadores efectos de estas políticas, que podrían separar familias y afectar a millones de personas que han vivido en EE. UU. durante años. Con el inicio de su segundo mandato el 20 de enero, Trump apunta a restaurar las políticas migratorias de su primer gobierno, desafiando los enfoques más relajados del presidente Joe Biden. Mientras tanto, los funcionarios del ICE y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza aún no se han pronunciado sobre los posibles cambios.
Corea del Norte condenó este lunes unas declaraciones del secretario de Estado de EE.UU, Marco Rubio, por calificar en una entrevista al país asiático de Estado canalla, en lo que supone la primera crítica directa de Pionyang contra el nuevo Gobierno de Donald Trump. La agencia estatal KCNA publicó un comunicado firmado por un funcionario de la Cancillería norcoreana que afirma que Pionyang considera que las declaraciones hostiles del Secretario de Estado de los EE.UU., que manchan irreflexivamente la imagen de un Estado soberano, constituyen una grave provocación política. Las groseras y absurdas declaraciones de Rubio tan sólo muestran claramente la visión incorrecta de la nueva administración estadounidense sobre la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) y nunca ayudarán a promover los intereses de EE.UU. tal y como él desea, añade el texto. Nunca toleraremos ninguna provocación de EE.UU., que siempre ha sido hostil a la RPDC y lo seguirá siendo en el futuro, pero tomaremos las medidas correspondientes con firmeza, como es costumbre, prosigue. El comunicado, titulado El país más depravado del mundo no tiene derecho a encararse con otros países considera absurdo e ilógico que EE.UU. califique a Corea del Norte como Estado canalla. Fuente: BioBioChile
Desde 1990, Estados Unidos cuenta con una política migratoria llamada Estatuto de Protección Temporal (TPS). Se trata de un alivio migratorio que otorga un refugio seguro, y temporal, a personas que huyen de sus países de origen por razones de seguridad. Para residir a EE. UU. bajo esta causal, la persona debe provenir de una nación designada para TPS. Hasta hace poco, Venezuela era uno de ellos, bajo el pretexto de la severa crisis migratoria que ha experimentado en los últimos años. Al respecto, el pasado 10 de enero, el gobierno saliente del país norteamericano incluso había anunciado la extensión del Estatus de Protección Temporal de Venezuela por 18 meses a partir del 3 de abril de 2025 hasta el 2 de octubre de 2026. No obstante, este miércoles se dio a conocer que la administración de Donald Trump decidió revocar dicha orden. ¿Cómo funciona el TPS y qué otros países gozan de este alivio migratorio actualmente? El Estatus de Protección Temporal es un permiso especial que el gobierno de Estados Unidos puede otorgar a personas de ciertos países cuando en su lugar de origen ocurren situaciones que hacen peligroso su regreso. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), aplica para personas nacionalidades elegibles y que cumplen con los requisitos. Tampoco se otorga si no eres admisible como inmigrante por razones criminales o seguridad o si estás impedido para solicitar asilo,por ejemplo participar persecuciones o terrorismo. Así mismo se debe cumplir con los requisitos residencia presencia continua Estados Unidos. Fuente: BioBioChile
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro que uno de sus objetivos principales en un segundo mandato será implementar un programa masivo de deportación de inmigrantes indocumentados, algo que calificó como un pilar fundamental de su campaña. Según declaraciones recientes de fuentes cercanas a su equipo de transición, el enfoque inicial estaría dirigido a los inmigrantes con antecedentes criminales, una medida que ha generado preocupación entre las comunidades afectadas. Ante esto, el número de inmigrantes indocumentados en EE. UU. es significativo, con unos 11 millones estimados, muchos de los cuales provienen de países como México, El Salvador, India y Guatemala. Aunque la mayoría de los indocumentados no tiene antecedentes criminales, un informe reciente indicó que la tasa de detención por delitos violentos o de drogas es mucho más baja entre los inmigrantes indocumentados que entre los ciudadanos estadounidenses. Durante su primer mandato, Trump deportó a más de 1,5 millones de personas, y su equipo asegura que el ritmo será aún más rápido en el segundo mandato. Tom Homan, exdirector interino del ICE, ha señalado que las deportaciones serán más selectivas, pero las familias de estatus mixto, es decir, aquellas con miembros ciudadanos y no ciudadanos, también podrían verse afectadas. Además, el futuro de los llamados “soñadores”, inmigrantes que llegaron a EE. UU. siendo niños y están protegidos por el programa DACA, sigue siendo incierto. Aunque algunos de estos jóvenes gozan de protección temporal, Trump podría decidir tomar medidas más drásticas contra ellos, algo que podría desencadenar controversias a nivel político. En cuanto a los recursos, Trump está considerando declarar una emergencia nacional para facilitar la expansión de espacios de detención y la implementación de medidas más estrictas en la frontera. A pesar de las promesas de acción rápida, defensores de los derechos de los inmigrantes alertan sobre los devastadores efectos de estas políticas, que podrían separar familias y afectar a millones de personas que han vivido en EE. UU. durante años. Con el inicio de su segundo mandato el 20 de enero, Trump apunta a restaurar las políticas migratorias de su primer gobierno, desafiando los enfoques más relajados del presidente Joe Biden. Mientras tanto, los funcionarios del ICE y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza aún no se han pronunciado sobre los posibles cambios.